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Almacén exterior con estanterías cantiléver para madera para la construcción
Seguro y protegido de la intemperie
Una cartera de productos cada vez más grande y la cada vez mayor frecuencia de acceso a la mercancía almacenada fueron los motivos que llevaron a la empresa polaca Dombal, especialista en la venta de madera, a modernizar el sistema de almacenamiento de sus maderas para la construcción. Para ello se utilizaron estanterías cantiléver de OHRA, las cuales no solo protegen la mercancía de las inclemencias meteorológicas gracias al techo integrado, sino que con su estable diseño también permiten almacenar los pesados paquetes de madera de forma segura tanto para los clientes como para los empleados.
Desde su sede en Varsovia, Dombal comercializa madera para el diseño de jardines (p. ej. cercas, tarimas y cenadores), madera para la construcción y productos para el diseño de zonas de juegos. Además, esta empresa ofrece a sus clientes diferentes servicios como construcciones a medida, la ejecución de trabajos de montaje o el corte personalizado de los artículos de madera. De este modo, Dombal se dirige tanto a diseñadores de jardines, como a empresas de construcción y consumidores privados. Con 30 empleados, su cifra de negocios en el año 2011 ascendió a aproximadamente 3,5 millones de euros.
La madera se almacena en una zona exterior: la madera laminada y la madera para la construcción en paquetes de hasta 10 metros de longitud y el resto de los artículos en pilas más pequeñas de diferentes tamaños. Para ello, Dombal utiliza estanterías cantiléver de OHRA, el especialista en sistemas de estanterías con sede en Kerpen (Alemania). En concreto, la estabilidad de las columnas de las estanterías, fabricadas en perfiles de acero laminado en caliente, fue lo que convenció a los responsables de Dombal: Las columnas de alma maciza responden de forma elástica cuando se golpean y, en comparación con los modelos de chapa, conservan permanentemente sus propiedades estáticas aunque las condiciones de trabajo en el almacén sean extremas. Así, el sistema de estanterías cumple las máximas exigencias de seguridad.
Además, los brazos en voladizo se enganchan de forma móvil y se desplazan al ser golpeados con la carretilla o la mercancía, lo que evita que se produzcan daños en la estantería y sobre todo en la mercancía. Los brazos van enganchados en una trama de 100 milímetros colocada en las columnas de las estanterías y pueden cambiarse de lugar sin necesidad de utilizar herramientas. Dombal utiliza esta posibilidad para ajustar constantemente la distancia entre los distintos niveles de almacenamiento a las necesidades de cada momento. En el caso de Dombal se utilizaron brazos en voladizo de 1.200 milímetros de longitud y con una capacidad de carga de 800 kilos por brazo.
En Dombal, un techo montado sobre las columnas de siete metros de altura del sistema de estanterías protege la mercancía de la lluvia, la nieve y el sol. Del montaje del techo se encargó Dombal; OHRA calculó además los vientos que tenían que soportarse y a partir de ese cálculo diseñó el sistema de estanterías. El sistema estuvo listo en solo tres meses, desde la planificación hasta la instalación.